La Educación Superior como parte del sistema educativo en América Latina y el Caribe.
La Educación Superior como parte del sistema educativo en América Latina y el Caribe.
Coordinadora temática: María José Lemaitre
El eje temático se centra en un análisis de la calidad de la educación superior, a partir de los desafíos que plantea la realidad actual del sector en América Latina y el Caribe.
Se organiza en tres grandes capítulos:
El primero se refiere a las características de la educación superior en la región, considerando los cambios en la demanda por educación superior, la diversificación de la oferta y los retos asociados a la necesidad de articular la educación superior tanto con los niveles previos – educación básica y media – como entre los distintos niveles correspondientes a la educación terciaria.
El segundo, plantea una visión de la calidad de la educación superior que combina la identidad institucional expresada en las prioridades que se desprenden de su misión, con la pertinencia de sus propósitos, en tanto se hacen cargo de las necesidades y demandas del medio que la institución definió como su ámbito de influencia (social, disciplinario, profesional, normativo). Un análisis de las experiencias de aseguramiento de la calidad en la región permite identificar experiencias, lecciones, resultados positivos y problemas que hay que abordar, entre los cuales destaca una cierta ‘fatiga de la evaluación’, que tiende a burocratizar estos procesos y reducir su capacidad para promover la mejora continua.
La tercera sección tiene por objeto identificar aspectos que es preciso mantener y reforzar, así como las áreas donde es preciso reformular los procesos de aseguramiento de la calidad, con el objeto de que estos sean, fundamentalmente, una oportunidad para fortalecer en las instituciones su capacidad para hacerse responsables por niveles crecientes de calidad en todas sus funciones y tareas.
Segunda reunión preparatoria del eje de educación superior como parte del sistema educativo en América Latina y el Caribe
La Educación Superior, internacionalización e integración regional de América Latina y el Caribe.
La investigación científica y tecnológica y la innovación como motor del desarrollo humano, social y económico para América Latina y el Caribe.
A cien años de la Reforma Universitaria de Córdoba. Hacia un nuevo Manifiesto de la Educación Superior Latinoamericana.
Para sustentar conceptual y metodológicamente los temas a abordar, el grupo de trabajo se apoyará en tres ejes: la Reforma de Córdoba de 1918, las Conferencias Regionales de Educación Superior de 1996 y 2008 y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Se destacarán las amplias repercusiones de la Reforma de Córdoba en América Latina tomando en cuenta el mensaje libertario elocuentemente expresado en su Manifiesto que, además de impulsar la democratización de las instituciones, la libertad de cátedra y la gratuidad de la enseñanza, constituyó la plataforma básica de incontables movilizaciones estudiantiles en defensa de la autonomía universitaria y contra las dictaduras.
Un primer aspecto del documento a elaborar sintetizará la historia del movimiento estudiantil y universitario y examinará en tiempo presente, el valor de las propuestas fundamentales en el devenir del siglo XXI, especialmente aquellas que atendiendo a lo afirmado en el Manifiesto le asignan importancia fundamental al desarrollo de la ciencia en la Universidad a construir en América Latina y el Caribe (ALC).
Un segundo aspecto referirá a las dos Conferencias Regionales del Educación Superior, CRES 1996 y 2008, particularmente en lo que concierne a los acuerdos alcanzados en ellas respecto a la defensa del carácter de “bien público social” de la Ecuación Superior y a la necesidad de fortalecer su pertinencia relacionándola fuertemente con las necesidades y demandas de nuestras sociedades.
El tercer aspecto examinará puntos esenciales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible aprobada por las Naciones Unidas con la participación de organizaciones de la sociedad civil y del mundo académico. Se considerará especialmente la indispensable incorporación de las ciencias y sus aplicaciones a la construcción de un nuevo paradigma de desarrollo humano sostenible.
Se destacará el doble desafío que enfrenta ALC en el sentido de asegurar, por una parte, la inserción de conocimiento avanzado con el fin de transformar sus economías incorporándoles valor agregado y de mejorar, por otra, la calidad de vida de los pueblos de la región.
A tenor de lo expuesto nuestra labor procurará conjugar pasado y presente para construir universidades en las que el acervo histórico cultural legado de 1918 - enriquecido con el aporte de las sucesivas conferencias regionales- pueda servir como caja de herramientas a la Educación Superior en América Latina
Educación Superior, diversidad cultural e interculturalidad en América Latina.
Esta investigación brindará elementos analíticos y recomendaciones de políticas que contribuyan a responder al desafío planteado en la Declaración Final de la CRES 2008 de que “el reto no es sólo incluir a indígenas, afrodescendientes y otras personas culturalmente diferenciadas en las instituciones tal cual existen en la actualidad, sino transformar a éstas para que sean más pertinentes con la diversidad cultural”.
Con este propósito ofrecerá un panorama agregado a escala regional y estudios nacionales específicos que examinarán algunos factores históricos, demográficos y socio-culturales de particular importancia respecto de la Educación Superior para/por/con pueblos indígenas y afrodescendientes. Brindará también un panorama actualizado de experiencias concretas en la materia en toda la región, destacando sus principales logros y dificultades, así como los desafíos planteados por necesidades insatisfechas,por propuestas y demandas de actores significativos en el campo y por el desafío planteado por la CRES 2008.
Complementariamente, analizará los principales avances en, y brechas entre, normas, políticas y prácticas en la materia, así como las articulaciones y diferencias entre políticas y prácticas de inclusión¸ equidad, pertinencia, evaluación y acreditación de la calidad, e “interculturización” (pertinencia con la diversidad cultural).
La investigación dará cuenta también delos papeles jugados en este campo por organismos gubernamentales e intergubernamentales, espacios regionales de consulta, articulación y concertación, agencias de cooperación internacional y fundaciones, así como por algunas redes y encuentros de colaboración inter-institucional e inter-personal. Con propósitos comparativos, esta investigación analizará brevemente los principales avances y desafíos en la materia en otras regiones del mundo.
El rol de la Educación Superior de cara a los desafíos sociales de América Latina y el Caribe.
La Universidad actual, en la línea de su tradición crítica y orientadora de las acciones de la sociedad, está llamada a ser agente de calidad educativa y espacio en el que la sociedad se revise a sí misma, adquiera competencias para transformar sus prácticas y avance en el diseño y la construcción de un futuro sostenible. Ello se concreta en el compromiso social universitario, apoyado en el principio que promueve una educación de calidad para todos, articulado en relación con los vectores de finalidad (la Universidad se orienta a servir al bien público y no al capital privado) y de identidad (ella se construye desde la diversidad cultural y la idea de paz).
El compromiso social lleva a que la Universidad trabaje por el perfeccionamiento social mediante el desarrollo de la equidad, la ciencia, el pluralismo ideológico, la ética social, la memoria histórica y la creación de masa crítica (Rojas Mix, 2007). El compromiso social implica el efectivo involucramiento de la Universidad con los sectores vulnerables de la sociedad, para trabajar en la valorización, promoción y construcción de una vida social menos desigual e inequitativa y más incluyente y justa. En tal sentido, las instituciones de Educación Superior (IES) tienen la responsabilidad de hacer avanzar la comprensión de problemas con dimensiones sociales, económicas, científicas y culturales, así como la capacidad de hacerles frente, para lo cual deben asumir el liderazgo social en materia de creación de conocimientos, estimulando el pensamiento crítico y la ciudadanía activa para abordar retos asociados a la desigualdad, la explotación del planeta y la comprensión humana (CRES, 2008). Tales compromisos dan contenido a las políticas institucionales que incluyen derechos y deberes sociales entendidos como política de calidad que transforma los procesos de investigación, formación, gestión institucional y participación social.
La visión actual supera el enfoque reducido a la gestión de impactos, avanzando en la activación de un efecto sistémico transformador de mutuo aprendizaje e interdependencia constructiva entre los actores sociales, entendido como gestión responsable de la diversidad, la complejidad y la conflictividad.
El compromiso social y sobre todo la formulación de los deberes humanos que deben fomentar la educación superior son expresión de la proyección social de la Universidad, dinámica relacional que expresa la calidad de los actores, procesos y resultados de la acción universitaria.
Los deberes institucionales y sociales activan el Potencial Social de la Universidad (PSU), conformado por el potencial de innovación (producción de conocimiento e innovación), el potencial de transformación (formación de ciudadanos activos y agentes de corresponsabilización) y el potencial de armonización (políticas de frente a los desafíos sociales y territoriales).
El eje temático sobre los desafíos sociales, compromiso y deber social, articula estrategias valiosas para integrar la herencia histórica de la universidad, el papel actual de la universidad en sociedades complejas y conflictivas y el aporte al futuro de la sociedad, mediante iniciativas que hagan operativos los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El papel estratégico de la Educación Superior en el desarrollo sostenible de América Latina y el Caribe.